Por Sofía Baudean, colaboradora.
Hola! Soy Sofi, de Club de Mamis. Y, de un día para el otro, tuve que informare sobre el VPH. Con
apenas 20 años, no tenía idea de qué se trataba, ni tampoco era consciente de que mi mamá podría
enfermarse tan joven. Como hija, recuerdo, que no fue una experiencia para nada linda, sino muy
alarmante, que me tomó de sorpresa. Pero que, y no quiero espoliar la historia, desde ya les cuento
se llegó a tiempo.
Lo primero que encontré, lo más básico del tema, es que el llamado “papilomavirus humano”, VPH,
es un conjunto de 200 variedades diferentes de virus, que se transmite del contacto de piel con
piel, durante las relaciones sexuales, lo que lo convierte en un virus común en Uruguay y en el
mundo. Algunos tipos de papilomavirus humano crean infecciones, desencadenando lesiones
internas o externas en el cuerpo, o verrugas genitales, incluso cáncer de cuello uterino.
Mi madre era joven, tenía 49 años, estaba pasando por problemas hormonales que le causaban
quistes en el útero, y por eso fue a hacerse estudios médicos. ¡Oh!, coincidencia, esos estudios
dieron que, además de quistes uterinos, tenía lesiones en el cuello de útero, que correspondían con
el VPH, un virus que se lo habían transmitido de joven, más o menos a la edad que yo tenía en ese
entones. Sí, averigüé que eso puede pasar, es tal cual. Éste virus puede permanecer en el cuerpo el
tiempo necesario para atacar las células del cuello de útero en algún momento de la vida.
A mi madre le hicieron una “conización” para retirar el tejido dañado. Y, de no haber encontrado
esas heridas a tiempo, hubiera avanzado a un estado de cáncer de cuello uterino. En Uruguay muere
una mujer cada tres días por su causa, las afectadas tienen entre 35 y 64 años, y es el cuarto cáncer
más frecuente en mujeres. Aunque es 100 % prevenible y si se detecta a tiempo se cura en el 95% de
los casos.
Seguramente, no soy la única hija que pasó por esto con su mamá. Es algo mucho más frecuente de
lo que creemos. Es que no somos conscientes de la dimensión de las consecuencias que tiene el
VPH, ni tampoco hablamos del tema. Sigue siendo medio tabú, confiamos en el “a mí eso no me va a
pasar, por creernos tener una “sexualidad sana”.
¿Por qué me voy a enfermar de VPH si solo tengo una pareja sexual? ¿Sabías que, si tu
compañero/a sexual tuvo parejas anteriores, es probable que alguna persona le haya transmitido
el VPH? Y que, entonces, te lo pase a vos, incluso usando preservativos.
¿Por qué es tan alarmante?
El VPH es silencioso, no nos da síntomas, tampoco a los varones. Sólo es detectable si nos
realizamos estudios médicos. Recientemente, el MSP incorporó al test del VPH como primera
medida para combatir en el país el cáncer de cuello uterino, y para el cual también tenemos derecho
de un día libre en el trabajo para realizárnoslo, al igual que con el PAP y la mamografía.
A veces, nuestro sistema inmune lo combate, pero si las defensas están debilitadas tendremos
problemas. El virus continuará atacando las células, las lesiones no se curarán, y pasarán a ser
mayores. Si nos “dejamos estar”, las células se verán lo suficientemente dañadas como para volverse
malignas o pre-cancerosas, y pueden llegar a ser cancerosas si no se las encuentra a tiempo y se las
extirpa.
Este virus es la principal causa de CÁNCER DE CUELLO DE ÚTERO en el mundo, por él mueren unas
350 mujeres al año.
Yo aún, no soy mamá, pero a las que están en esta etapa, con hijos adolescentes, mi sugerencia es
que puedan tomar medidas preventivas antes de que inicien su vida sexual. La vacuna contra el VPH
es fundamental, tanto en varones como en mujeres. ¡Sí!, ambos deberían vacunarse y es, de hecho,
lo que recomiendan el MSP en Uruguay, aunque no lo hace obligatorio. Si tenés entre 11 y 26 años,
podés vacunarte gratis, seas hombre o mujer. Después, tendrás que pagar.
De hecho, la vacuna también se sugiere para las mujeres que ya tienen VPH, como parte de su
tratamiento. Así le sucedió a mi mamá que después de tener ésta infección y pasar por la cirugía,
tuvo que darse tres dosis para continuar protegiéndose. Su sistema de salud no se la cubría, la debió
pagar.
Y así fue mi historia, que me costó compartirla, pero me pareció que valía la pena, para, quizás,
hacer el tema más real, y llevadero.
Si me viera en la situación de qué hacer con mis hijos, vacunarlos o no, después de mi experiencia
con mi mamá, no lo dudaría. Con la protección de la vacuna, mi historia familiar hubiera sido otra.
RECUADROS
¿Qué debo tener en cuenta de la vacuna y mis hijos?
Que es segura y eficiente.
No requiere receta médica y está disponible en todos los vacunatorios de Uruguay.
Se recomienda darla antes de que inicien su vida sexual. Pero si tus hijos tienen más edad, también
es buena idea vacunarlos cuanto antes, incluso si ya han iniciado su vida sexual.
Las dosis son dos. Se aplican cada 6 meses. Pero si te excedes con el tiempo de espera, no te
preocupes y solo continúa con la dosis correspondiente.
En caso de fiebre, se recomienda posponer la vacunación.
Siempre después de cada vacuna esperar 15 minutos antes de irse del vacunatorio, para registrar si
hay algún efecto.
¿Cómo está la vacuna en Latinoamérica?
Se ha logrado evitar casi 100 mil muertes por cáncer de cuello uterino gracias a la vacunación. Los
países que todavía no la implementaron tienen las tasas más altas de éste cáncer. Venezuela,
Martinica, Haití, Nicaragua y Cuba aún no la ofrecen.
La OMS está reviendo la cantidad de dosis necesarias y sugiriendo que puede administrarse una sola
para llegar a una mayor cobertura. Así sucede en Argentina y Brasil. Mientras tanto, hay países en la
reugíon, como Paraguay y México, que solo vacunan a las niñas dejando por fuera a la población de
varones que bien se sabe propongan el virus.
Futuro!
Si no nos realizamos controles médicos, el VPH puede producir:
verrugas genitales
lesiones pre-cancerosas o malignas
cáncer de pene
cáncer anal (tanto en hombres como mujeres)
cáncer bucal
cáncer de garganta
cáncer de cuello uterino
cáncer de vagina
cáncer de vulva