Por el método ROPA, sabemos que es una de las maneras para que dos mujeres compartan
su deseo de ser madres, acá en Uruguay. Se trata de una fertilización in vitro en donde una
aporta los óvulos que son fecundados con semen de donante y la otra lleva el embarazo.
No habíamos profundizado en el tema hasta que la semana pasada se hace público, el MSP
suspende su aplicación en las clínicas, generando un impacto importante entre la
comunidad de madres.
Entendemos su preocupación y en particular la situación de las parejas que estaban en
tratamiento con el método y lo debieron suspender de imprevisto. Un tratamiento que
además implica un costo económico importante. Nos informamos, investigamos, y es un
método que carece de marco legal porque no se encuentra incluido en la ley. Se ha venido
realizando, siguiendo las normativas de otros países europeos y de la región que, por
ejemplo, solicitan a las parejas que estén casadas.
Pero de suceder algo, nos preguntamos, ¿con qué legislación se protege? No es que se
estaría prohibiendo el derecho a ser madres, sino buscando un marco legal que las
ampare. Desde el MSP y la Sociedad Uruguaya de Reproducción Humana se está
trabajando para revertir la situación y brindar las garantías legales y éticas para todas las
partes, clínicas y pacientes.
“El tema es complejo”; sí, claro, así nos dijeron distintos especialistas médicos de clínicas, si
bien es raro, podría haber una subrogación uterina o una ovodonación encubierta, sin dudas,
un marco normativo en estos asuntos es imprescindible para proteger, regular, y
garantizar los derechos de mujeres, los bebés, y de los especialistas médicos
responsables. Y ustedes, ¿qué opinan?